Y sólo a veces
Alejandro S. Blázquez
A veces pienso,
y sólo a veces,
que es imposible que sientas
cada <te quiero> que
dices
y cada beso que das
y cada gota de mirada que
pierdes
fijándote en cualquiera.
Es curioso,
pero vuelvo a pensar,
y sólo a veces,
concluyo en excluirme
reduciéndome a lo efímero en
ti,
callando,
en busca de ese especial
cobijo
que da ser alguien común
entre tanta gente
a la que tú crees que importas
porque has decidido pensar
que te sienten.
2013.17
Nicolás
Conde Figueroa
La distancia es un chupa-chups
que te comes para mascar el
[chicle,
es recoger el polen en
septiembre
y beber la miel de la copa.
Es un mapa con una escala
tan larga como tus piernas,
en el que una palmo de papel
ocupa varios poemas,
y que esconde en las esquinas
una brújula agorafóbica
que no me deja salir de los
[ engranajes.
Cronos, centurión dirigido,
con sus mensajes enlatadas,
a los números y a las teclas,
a la prisa por oírte briznar
la próxima primavera.
Y el tiempo, y el espacio,
otra vez,
siempre,
siempre ahí,
instantáneos y granates,
tan llenos de uñas de marfil,
tan afiliados como los
recuerdos,
tan en las pesadillas de los
árboles,
en las raíces de los susurros,
tan embotellados negros
regalices.
Desfilando, poco a poco,
tachando cuadrados,
números en rojo,
esquelas de febrero,
toda la semana muerta:
el lunes de cáncer,
el martes de ausencia,
el miércoles de espera,
el jueves de cáncer,
el viernes de infarto;
el sábado aún respira
y el domingo aún respira
y el domingo aún descansa.
Ocho días,
cien mil y una noches,
Bagdad en mi ventana,
y los monos cayendo de las
lianas
[de las farolas,
así es la selva ;
así el ahora
Qué bonito!
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