Mi tatarabuelo Antonio Cánovas del Castillo y Vallejo. Kâulak para los amigos.

A veces la realidad supera a la ficción.

Maria de las Montañas Pío y Marido (mi otro tatarabuelo) en su boda. 1880.

Al reconocer el hallazgo quedo perpleja, estas fotos, que se exponen temporalmente en el Ateneo de Madrid, no me son del todo desconocidas y no se el porqué. Sigo la visita, las interpreto, me acerco, me alejo, y de pronto me doy cuenta. Me topo de bruces con mi tatarabuela. Es algo muy difícil de explicar, pero cuando la veo, la reconozco inmediatamente, sabía que algo raro pasaba desde que entré en la sala. Guardo esta fotografía de mi tatarabuela como un tesoro, ella me la dio cuando yo era una niña, casi ni sabía lo que era, y ella era muy viejita, pero gracias a que mi madre la custodió durante aquellos años, puedo acercaos este relato.  

Fue pasando el tiempo y de María de las Montañas quedó mas bien poco, ni su vestido de boda, ni su apellido tan chulo, tan solo esta fotografía de su boda que yo conservo con tanto recelo. De lo que sí quedó fue de su espíritu, de su alegría, de su saber hacer, y algunas anécdotas que nos contaba mi abuela Manuela claro, para no apartar su memoria. Nos hablaba de su carácter, y de sus refunfuñeos. Nos contaba sus costumbres, sus inquietudes, sus ganas de aprender y cómo no, sus aventuras. 

Parte de carta manuscrita de Antonio C. del C. y V. 1902 (Kâulak).

Resulta que hace no mucho tiempo encontraron en mi casa del pueblo una caja con fotografías, y entre ellas había alguna firmada por Kâulak, yo tampoco le di importancia, pero enseguida relacioné este hallazgo cuando entre en la sala del Ateneo de Madrid. Este fotógrafo, hizo muchas fotos costumbristas, y de vez en cuando salía de Madrid para buscar nuevas composiciones pictorialistas que tanto le gustaban.  En algunas de aquellas fotografías de campo sale mi Tata MON (así la llamábamos en casa). Algunas veces, esta figura ha sido relacionada con su sobrina, pero ahora tengo la certeza de que no era la sobrina de Kâulak, sino su amante, osea la Tata MON, vamos, mi tatarabuela. Entre las fotografías de esta caja también había cartas, y.... aquí viene el intríngulis de toda la historia, en una de esas salidas de Madrid, Kâulak se viene hacía Teruel, cautivado por unos escritos que le llegan de su coetáneo Domingo Gascón, el cual publicaba una vez al trimestre en el especial que editaba "el lucha", que era el diario de Teruel de aquella época. Domingo Gascón escribía sobre estrellas y el cielo de Teruel, era astrónomo, y Kâulak, un gran aficionado a la astronomía. La posición geodésica de Teruel siempre se ha considerado extraordinaria para observar las estrellas, de hecho ahora hay un gran observatorio situado en la sierra de Javalambre, mira. Pero sin desviarnos de la historia de Tata MON y Kâulak, en la caja, como decía, también se encontraron cartas y aquí os dejo un pedazo de una. No hemos logrado encontrar el resto, pero sabemos a ciencia cierta, por la letra y por las pruebas, que era de Kâulak, y pertenece al 1902, y... no solo eso, si no que haciendo la cuenta, por lo visto, soy su descendiente directa. Resulta que hay mas fotos y documentos, pero esa historia todavía está por concretar , los detalles los guarda mi abuela, así que hasta que no se pueda contar entera, quedará en la memoria, y para el descubrimiento capitulo a capitulo, exposición tras exposición. Jure a mi madre que no contaría nada, así que mis labios, están sellados. 

Publicado por @aranchufletas

Si te apetece vivir de cerca este relato y otros, lo mejor que puedes hacer es visitar el Ateneo de Madrid, para imaginar las mil historias que podrás encontrar a través de la magia de la fotografía y del grupo de investigación de la memoria de este autor: Antonio Cánovas del Castillo y Vallejo. (kâulak)

Del 1 al 15 de marzo la sección de fotografías del Ateneo de Madrid (Calle del Prado, 21) alberga la exposición Kaulak, retratos y paisajes (1900-1930). 

Horario: Lunes-Viernes 17.00-20.00 h

Precio: entrada gratuita