¿POR QUÉ LA SEMANA SANTA SON LAS VACACIONES QUE MÁS ENGORDAN?







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 Ni las de Navidad, ni siquiera las vacaciones de verano engordan tanto como las de Semana Santa. Estos días son los más arriesgados para coger esos kilos que luego cuesta tanto soltar. Son pocos días de descanso, muchos dulces típicos y tópicos de estas fechas, comidas familiares... En estas vacaciones, no se ingieren calorías para protegerse del frío como sucede en invierno, como cuenta la doctora nutricionista Maribel Lopera, colaboradora de smartsalus.com, ni se bebe más para hidratarse como ocurre en verano y, además, no se tienen días de descanso entre las copiosas y calóricas comidas y dulces, que compensen esos excesos.
Esta doctora te ofrece las claves para no coger tantos kilos en Semana Santa:
Días de dulces: torrijas, Mona de Pascua, buñuelos de bacalao... En estos días se suelen ingerir platos y postres de alto contenido calórico y en los que cae el peso de la tradición. Se suelen realizar meriendas con frutos secos, chocolates, dulces y licores, son fechas de comidas y reuniones familiares. Y, normalmente, se trata de comidas hechas con mantecas y harinas, según la costumbre. Todo ello con un alto índice de calorías.
Cambio de horarios con la llegada del buen tiempo: Entre los factores que hacen que se engorde más en estas fechas, la doctora Lopera apunta a unos cambios de horarios con la llegada de la primavera. «Al tener más luz los días —explica— se incrementan las horas de actividad diaria, cambian los horarios de las comidas, los tipos de comidas, aparece el apetito, etc. Todo esto influye en el aumento de peso».
La clave para no ganar kilos: imitar el «modus vivendi» de los monjes y místicos. La doctora Lopera apunta que la clave para no coger kilos está en el descanso, la meditación, el control mental y en potenciar los pensamientos positivos. «Son los místicos, los monjes, los que cuidan su mente en general, son los que más estables son en el peso», dice. Si se nutre la mente con horas de descanso, de sueño reparador; si se trata de meditar, potenciar pensamientos alegres y positivos, para tener un cerebro bien alimentado, no se estará triste, ni bajo de ánimo. De esta manera, «se perderá la apetencia por los alimentos calóricos como los chocolates, dulces o platos copiosos porque sencillamente no los necesitaremos o los podremos comer en cantidades adecuadas». 

 Fuentes
http://www.abc.es/familia-vida-sana/20150402/abci-vacaciones-engordan-201504011510.html

                                                                                                                                                     A LY
 

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