DEPORTE TRADICIONAL DE SENEGAL



En Senegal la lucha libre constituye el deporte tradicional y tiene un plazo importante en la cultura senegalesa. Lo hacen  los jóvenes de cuerpos espectaculares, que quieren  defender  el honor de sus pueblos. Aunque ahora se ha convertido en una fuente de ingresos muy importante. Un campeón nacional puede embolsarse 120.000 euros por ganar una pelea.

La lucha libre al estilo tradicional de Senegal es similar a la modalidad de lucha grecorromana, es todo un fenómeno de increíbles proporciones en el territorio de los sereres, hasta el punto de que una competición moviliza a toda la población. El acontecimiento combina deporte con poesía, canciones con el sonido de los tambores. Las mujeres ensayan cantos para animar a los participantes en los combates; los hechiceros invocan a los espíritus para asegurarse la victoria de sus pupilos y los ancianos les aleccionan con sabias recomendaciones. De lo único que los luchadores tienen que preocuparse es de su preparación física y del combate en sí.
El entrenamiento empieza con unas carreritas al trote y estiramientos. A continuación, agrupados por parejas, los deportistas se enfrentan entre sí, como si volaran el uno contra el otro. Se restriegan las manos en la arena para eliminar todo rastro de sudor y entonces se lanzan a por el cuello o los brazos de su contrincante.

Este deporte ha evaluado y hoy hay estranjeros que vienen practicar lo en Senegal, es el caso de un español Juan que los senegaleses llaman el léon blanco de las arenas.
La lucha incluye una parte de cultura, de  tradición y de misticismo. ofrecemos a continuación dos videos, uno de la parte cultural con la danza que realizan los luchadores. Cada luchador tiene pasos de baile que le son propios. En el otro video se  muentra un poco de la parte mistico y una compilación de cinco peleas.


El luchador del nombre de eumeu Sene effectuando un parte de "Touss"


 
                                            compilación de cinco peleas

                                                                                                                                                 Por A. Ly

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