“Foodstagramming” o la moda de instragramear comida.


Como todos conocemos, Instagram es una red social que se ha ido abriendo paso entre los jóvenes (y no tan jóvenes) sobre todo con la llegada de los Smartphones. Esta aplicación nos permite compartir fotos, retocadas o no,  de manera gratuita y publicarlas tanto en este lugar como en otras redes como Facebook o Twitter.


Logo instagram/ De: blogs.eset-la.com 
Hoy en día, es un gesto habitual ver a todo tipo de personas echando fotos a cualquier cosa y subiéndolas a Instagram, por lo que podemos encontrarnos con todo tipo de fotografía. Desde alguien que entra en una tienda de moda y le gusta una camisa, la fotografía y la sube instagram, hasta la nueva moda de “instagramear comida”.

El término “Foodstagramming” nació en EEUU para designar la práctica de subir fotos de alimentos en esta red social fotográfica. Esto está causando una gran repercusión, ya que una simple fotografía puede servir de base para promocionar un producto si gusta o simplemente hundirlo y causar rechazo. Una reciente encuesta realizada por Forrester Research afirma que “el 55% de los internautas confía en las opiniones publicadas en blogs y medios independientes por considerarlas imparciales”.

Sacado de : www.vistoenlasredes.com

Estas fotografías se están convirtiendo en publicidad indirecta, llegando a llamar a estas personas “prosumidores” ya que son tanto consumidores como prescriptores. El hecho de que una persona famosa acuda a un restaurante y suba una foto diciendo que la comida es genial puede llegar a atraer a más gente que con un anuncio realizado por la propia empresa. En otras ocasionar, aparte de la publicidad que puedan generar, estas fotos son rastreadas por algunas empresas para ver que interesa al consumidor y así generar nuevos contenidos más interesantes y hacer que la marca se vuelva más cercana.


No obstante, en Estados Unidos, algunos restaurantes están prohibiendo que sus comensales inmortalicen la comida que van a degustar. Algunas de las alegaciones son que, según dicen, pueden devaluar el producto ya que estas fotografías no tienen la misma calidad que las realizadas por un fotógrafo profesional e incluso han llegado a decir que estaban prohibidas ya que molestaban a los demás comensales del local o que es una distracción para el propio usuario que no disfruta completamente la comida y hasta para el cocinero.  Otro caso es el de un restaurante de Los Angeles, que ofrece un 5% de descuento a los clientes que entreguen o apaguen sus teléfonos antes de sentarse a la mesa.

Sacada de: news.cnet.com
Sin embargo, esta publicidad también se ha visto como una oportunidad de lanzamiento de muchos restaurantes, ya que las redes sociales ofrecen una comunicación espontanea y real, y por lo tanto más creíble que otro tipo de publicidad. Un restaurante de Nueva York ha lanzado el “Menú Instagram” donde la empresa utiliza las fotos realizadas por sus clientes para crear una nueva versión de su menú. Tan solo hay que realizar una fotografía e introducir el hashtag #comodomenu para contribuir a crear este menú 2.0. Así la gente puede ver lo que publican los clientes que ya han comido en el local y decidir que comida pedir, así como leer críticas y comentarios sobre los platos degustados.

Porque la comida entra definitivamente por los ojos y que mejor que utilizar este tipo de publicidad indirecta.


(Más información sobre este tema en este artículo)

Por: Pilar Marín

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